Muchos hogares en España se preguntan lo mismo cada invierno: ¿sale a cuenta dejar la calefacción encendida todo el día para “no perder” el calor? Expertos en energía matizan que no siempre es buena idea, y que la respuesta depende mucho de tu casa, tu sistema y tus horarios.
Alguien cruza el rellano con el abrigo medio puesto, mira de reojo el termostato del pasillo y murmura: “Que no baje de 21, que luego cuesta arrancarla”. En el salón, los radiadores resoplan como un gato adormilado mientras el contador digital parpadea con la paciencia de quien hace sumas sin prisa. La factura del mes pasado aún duele en la nevera, sujeta con un imán en forma de sardina. Un vecino jura que la clave es no apagarla nunca, otro dice que es tirar el dinero. Alguien muestra en WhatsApp una gráfica de su medidor inteligente, llena de picos azules y rojos. Algo no cuadraba.
El mito de la calefacción encendida 24/7
La idea suena cómoda: mantener una temperatura constante, evitar arranques fuertes y “ahorrar” gracias a la inercia térmica. En la práctica, el resultado no es tan lineal y se cruza con variables muy terrenales: aislamiento, infiltraciones de aire, tamaño de la vivienda, orientación, tipo de sistema y tarifa. **Mantener una temperatura plana en una casa que pierde calor es como intentar llenar un cubo con un agujero.** Si tu vivienda se enfría rápido, cada hora que mantienes 21 °C frente a 17 °C incrementa las pérdidas por diferencia de temperatura. Y eso se paga. A veces sin darte cuenta, porque el confort enmascara el contador.
Imagina dos pisos gemelos en el mismo bloque, con el mismo termostato. Uno da a un patio cerrado y tiene dobles ventanas; el otro mira a una calle abierta y tiembla con cada ráfaga. En el primero, dejar la calefacción en 19 °C todo el día puede funcionar sin sustos, con pocas oscilaciones y una sensación de calor suave. En el segundo, ese plan se convierte en una fuga lenta de euros por cada rendija. Usuarios con medidores domésticos reportan diferencias de consumo del 10-20% según el nivel de aislamiento para la misma consigna. No es magia, es física del edificio y hábitos de uso. Y sí, duele cuando lo ves en la app.
La pérdida de calor de una casa crece con la diferencia entre la temperatura interior y la exterior. Si fuera hay 6 °C y dentro apuntas a 21 °C, estás sosteniendo 15 grados de diferencia durante muchas horas. Si permites que baje a 17-18 °C al ausentarte, reduces esa brecha y el ritmo al que se escapa el calor. Hay sistemas, como las calderas de condensación o las bombas de calor, que agradecen trabajar de forma estable a baja temperatura; aun así, la estabilidad no significa “siempre igual”. Significa “lo más bajo y el menor tiempo posible sin sacrificar confort”. El matiz lo cambia todo.
Cómo calentar sin tirar el dinero
Una estrategia concreta: programar. Define dos o tres franjas horarias y un “setback” o rebaje nocturno de 2-3 °C. Por ejemplo, 20-21 °C cuando estás en casa, 18-19 °C de noche, 17-18 °C cuando te vas más de cuatro horas. **Si tienes bomba de calor, trabaja con consignas algo más bajas y constantes, y suma pre-calentamientos suaves antes de llegar.** Añade válvulas termostáticas en habitaciones y cierra puerta del pasillo para zonificar. Considera una sonda exterior o compensación climática: el sistema ajusta la temperatura del agua según el frío de fuera y evita picos. La casa no es un laboratorio; es un lugar con corrientes, horarios y vidas reales.
Errores repetidos: sobredimensionar la consigna “por si acaso”, bloquear radiadores con sofás y cortinas, no purgar el circuito, olvidar burletes en puertas y ventanas. Aislar bien el cajón de la persiana puede valer más que una tarde entera discutiendo grados. Todos hemos vivido ese momento en que llegas tiritando y subes el termostato a 25 “para que caliente antes”. No acelera nada, solo sobrerrefrigera el bolsillo. Seamos honestos: nadie hace eso todos los días. Dos gestos sencillos cambian el guion: tapar infiltraciones y aprovechar el sol directo levantando persianas en las horas centrales.
Piensa también en tus ausencias y en la inercia de tu vivienda. Si tienes muros pesados y suelos radiantes, los cambios son lentos; con convectores eléctricos, van a golpe de interruptor.
“Si te vas ocho horas, baja 2-3 grados; si te vas un fin de semana entero, apaga o deja en modo antihielo. El confort empieza en tu calendario.”
Un mini-checklist para pasar del mito al control:
- Instala un cronotermostato y programa tres franjas.
- Purge radiadores al inicio de temporada y a mitad de invierno.
- Coloca burletes y tapa el cajón de persianas.
- Ajusta la consigna por estancia con válvulas termostáticas.
- Mide: un enchufe medidor o tu app te dirá qué funciona.
La decisión depende de tu casa… y de ti
Hay gente que vive con horarios imprevisibles y necesita respuestas flexibles, no dogmas. Una familia en planta intermedia con buen aislamiento podrá mantener un calor base sin sobresaltos; un ático ventoso agradecerá bajadas claras cuando nadie está, con arranques suaves media hora antes de volver. **La “mejor” forma no es única, es aquella que te da confort con el menor tiempo a alta consigna.** Empieza por observar dos semanas, registra temperaturas y consumo, y ajusta en escalones pequeños. Un grado menos puede ahorrar entre un 6 y 7% al año, que es justo ese margen que hace la diferencia entre una factura que te inquieta y una que aceptas sin mirar dos veces. Compartir lo que te funciona ayuda a otros, y escuchar lo que no te encaja afina tu propio sistema. La casa te habla si la escuchas.
| Punto clave | Detalle | Interés para el lector |
|---|---|---|
| Dejar encendida vs programar | Rebaja 2-3 °C en ausencias y noche, precalienta antes de volver | Confort estable con menos horas a alta consigna |
| Aislamiento e infiltraciones | Burletes, cajón de persiana, cortinas térmicas, tapar rendijas | Ahorro inmediato y barato antes de tocar el termostato |
| Tipo de sistema | Bomba de calor: baja y constante; caldera: consignas moderadas y zonificación | Adaptar la estrategia a tu equipo evita derroches |
FAQ :
- ¿Gasta más encender y apagar que dejarla fija?Si son apagados cortos con grandes subidas, sí puede penalizar; con rebajes de 2-3 °C en ausencias de varias horas, suele ahorrar porque reduces las pérdidas.
- ¿Qué temperatura es recomendable en casa?De día, 19-21 °C con ropa de hogar; de noche, 17-19 °C. En baños, un extra puntual al ducharte, no todo el día.
- Vivo en un ático frío, ¿me conviene dejar calor base?Solo si está bien sellado; si hay corrientes, mejor programar bajadas claras cuando no estés y reforzar el aislamiento cuanto antes.
- Tengo bomba de calor, ¿qué estrategia sigo?Consignas moderadas y constantes, con preclimatización antes de llegar; evita picos altos que bajan el rendimiento del equipo.
- ¿Cómo sé si mi casa pierde mucho calor?Prueba de vela o incienso en ventanas y puertas, toca paredes exteriores, usa un termómetro en varias estancias y compara con el exterior durante la noche.






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