Richard Restak, neurólogo: “Si tiene 65 años o más, recomiendo que evite permanentemente el alcohol”

Richard Restak, neurólogo: “Si tiene 65 años o más, recomiendo que evite permanentemente el alcohol”

Richard Restak, neurólogo: “Si tiene 65 años o más, recomiendo que evite permanentemente el alcohol”

Posted by

La frase choca con la cultura del brindis, con el vaso de vino en la cena, con la copa “por cortesía”. Y deja una pregunta en el aire: ¿qué estamos arriesgando realmente cuando insistimos en ese sorbo?

Era martes, temprano, en un bar pequeño de barrio. Una mujer de 68 años pidió “un tinto, solo una copita”, y el camarero asentía sin prisa, como quien sirve un gesto más que una bebida. La mesa olía a aceitunas y a conversación fácil, y ella se reía, pero al ponerse en pie tuvo un leve titubeo, casi invisible. Todos hemos vivido ese momento en el que algo cotidiano de pronto parece un poco extraño. *El silencio del cuerpo también habla.* ¿Y si ese sorbo tan normal ya no le sienta igual que antes?

El giro incómodo: por qué Restak dice “mejor nada” a partir de los 65

Richard Restak, neurólogo y divulgador, lo resume con una frase que resulta directa: “Si tiene 65 años o más, recomiendo que evite permanentemente el alcohol”. No busca moralizar, habla del cerebro que envejece y se vuelve más vulnerable. El alcohol altera el sueño profundo, castiga la memoria reciente y acelera una merma de volumen cerebral que ya viene de serie con la edad. El cuerpo procesa el alcohol más lento y el impacto se multiplica.

La creencia de la “copita de vino que hace bien” convive con datos menos románticos. Estudios grandes de neuroimagen han observado una reducción general de volumen cerebral incluso con consumos bajos y regulares. En la vida real eso no llega como un golpe, sino como un goteo: nombres que cuestan, mañanas turbias, una torpeza nueva al bajar el bordillo. Alguien dice “es la edad”, y quizá sí, pero el vaso empuja.

La lógica cruda es esta: a los 65 cambian la composición corporal, el metabolismo y la sensibilidad neuronal. Menos agua corporal significa mayor concentración de alcohol por copa; más medicación implica interacciones impredecibles. Benzodiacepinas, antihipertensivos, anticoagulantes: combinación resbaladiza para el equilibrio, la presión y el juicio. A eso súmale una peor calidad de sueño y pequeñas microlesiones por caídas. Con ese terreno, cada trago amplifica el ruido y reduce el margen de recuperación.

Cambiar el hábito sin perder la vida social: pasos concretos que funcionan

Un método práctico empieza por un reto de 30 días sin alcohol. No es castigo, es calibración: observar qué pasa con tu energía, tu sueño, tu memoria y tu humor. Crea un ritual alternativo para la tarde: infusiones amargas, tónicas sin alcohol, kombucha seca, hielo grande y vaso bonito. Y pon una regla sencilla antes de cenar: movimiento suave 20 minutos y agua con limón. El cerebro agradece señales repetidas.

Seamos honestos: nadie hace eso todos los días. Por eso ayudan las microdecisiones. Llevar tu propia bebida 0, pedir “sin” como primera opción y sentarte lejos de la barra reduce tentaciones. Evita compensar con azúcar y anota en una libreta cómo duermes, a qué hora te despiertas, qué recuerdas al día siguiente. Cuando el entorno empuje, di: “He cambiado, ahora brindo distinto”. Suena raro al principio, luego se vuelve cómodo.

Hay errores comunes que te hacen tropezar. Dejar alcohol en casa “para visitas” suele acabar en “solo una”. Posponer el tema con “ya empiezo el lunes” mantiene la rueda girando. Y no hablarlo con tu círculo a veces te aísla: comparte el plan y pide complicidad. Si sospechas dependencia, busca apoyo profesional y no lo hagas en solitario. Para muchas personas, el cambio empieza con una frase dicha en voz alta.

“Si tiene 65 años o más, recomiendo que evite permanentemente el alcohol”. — Richard Restak

  • Alternativas concretas: vino 0, cervezas sin, mocktails secos.
  • Señales de mejora: despertar claro, menos siestas, memoria más ágil.
  • Red de apoyo: un familiar “compañero de brindis sin”.
  • Plan social: elige bares con opciones sin alcohol de verdad.
  • Plan B: si te ofrecen, responde con una frase preparada.

Lo que realmente está en juego cuando dices “no, gracias”

Renunciar al alcohol a partir de los 65 no va de pureza, va de preservar circuitos que protegen quién eres. Un brindis puede ser también una conversación nítida, una risa que no te desequilibre, una noche completa de sueño. Quizá descubras que el placer vive menos en la copa y más en el momento, en ver el amanecer con la cabeza despejada. Y si un día dudas, pregúntate qué quieres recordar con claridad dentro de diez años. Puede que la respuesta te cambie la mano con la que sujetas el vaso.

Punto clave Detalle Interés para el lector
Alcohol y cerebro a partir de 65 Aumenta la vulnerabilidad neuronal y altera memoria y sueño Entender por qué una “copita” ya no es lo mismo
Plan de 30 días sin alcohol Rituales alternativos, registro de sueño, red de apoyo Guía simple para probar cambios visibles en poco tiempo
Riesgos ocultos Riesgo de caídas y medicación incompatible con el alcohol Evitar sustos y proteger autonomía diaria

FAQ :

  • ¿Cero alcohol significa nunca más, ni en fiestas?La recomendación de Restak es clara para 65+: cuanto menos, mejor, idealmente nada. Si decides excepciones, que sean raras y medidas, sabiendo el coste.
  • ¿El vino tinto “bueno para el corazón” compensa el riesgo?No. Los supuestos beneficios cardiovasculares no neutralizan el impacto en cerebro, equilibrio y sueño. La ecuación cambia con la edad.
  • ¿Y si solo bebo los fines de semana?El patrón concentrado puede empeorar el descanso y la estabilidad. Cambiar por opciones 0 te permite mantener el plan social sin pagar el peaje.
  • ¿Cómo digo que no sin parecer aguafiestas?Ten una frase breve: “Estoy cuidando mi memoria, hoy voy sin”. Lleva tu bebida 0 y propón el primer brindis tú. Funciona más de lo que crees.
  • ¿Puedo mezclar alcohol con mis pastillas habituales?Con fármacos para ansiedad, sueño, presión o anticoagulación, el riesgo se dispara. Habla con tu médico y, si dudas, elige cero alcohol.
Categories:

Tags:

1 respuesta a «Richard Restak, neurólogo: “Si tiene 65 años o más, recomiendo que evite permanentemente el alcohol”»

  1. sophie_nirvana9

    Donc, à 65 ans, le “petit verre de vin” devient une mauvaise idée… On oublie la tradition pour garder la tête claire. Franchement, ça se tient.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *