Un chaparrón, los relámpagos que se acercan y la luz que parece respirar. En casa, algunos aparatos siguen enchufados “por las dudas”. El detalle que muchos pasan por alto es que el fuego no siempre empieza en la cocina. Y sí, la chispa puede venir de un aparato que no cocinó nada.
”. Nadie miró hacia el rincón del mueble del salón, donde un pequeño led azul parpadeaba con obstinación. El router seguía ahí, tibio, conectado al enchufe y al cable que entra desde la calle, como si nada. Afuera, otro trueno. Adentro, ese zumbido casi imperceptible que te acostumbras a ignorar. Entre los relámpagos, la tele hizo un clic y volvió. El router, fiel, ni se inmutó. Y justo ahí empieza la historia que pocos cuentan. La chispa no siempre sale de la cocina.
El sospechoso menos pensado
No es la pava ni la tostadora. El aparato que conviene desconectar en una tormenta es el router —y su combo: módem u ONT de fibra, y el decodificador de TV del operador—. Vive enchufado todo el día, conectado a dos mundos: la red eléctrica y la red de datos que llega por cobre, coaxial o fibra. Esa doble “puerta” lo vuelve una autopista para los picos de tensión que viajan con los rayos. La placa se calienta, la fuente sufre, el plástico exterior no ayuda. Y cuando el golpe es feo, la cosa no queda en “no hay WiFi”. Puede haber humo.
En una finca de barrio, Martín cuenta que el router olió a cable quemado después de un relámpago lejano. No cayó el rayo en su calle, ni saltaron los plomos, ni siquiera se cortó la luz. Solo un “pum” apagado en la distancia y, minutos después, la carcasa del router tibia, demasiado tibia. Llamó al seguro, y el técnico reconoció la escena: los picos entran por el coaxial o por la línea telefónica como cuchillo. Lo vio muchas veces: routers chamuscados, decodificadores derretidos por dentro, regletas negras. No hace falta un impacto directo para quemar electrónica.
La lógica es simple. Un rayo crea un campo eléctrico brutal que se mete por donde encuentra camino: cables aéreos, bajantes metálicas, tierra mal hecha. Los picos viajan como olas y buscan salida. El router y su fuente son componentes baratos, compactos, con protecciones muy justas. A veces la regleta con “protección” no alcanza, porque el golpe entra por el coaxial o el par telefónico y sorprende a la fuente desde el otro lado. Es como cerrar la puerta delantera y dejar la trasera abierta. El resultado puede ser un chip frito, olor a plástico o, peor, chisporroteo y llama.
Qué hacer cuando truena (y antes de que truene)
La maniobra es sencilla y vale oro: desenchufa el router, el módem/ONT y el decodificador de TV del enchufe y del cable de datos. Saca el transformador de la pared y también el coaxial o el cable de fibra del equipo. Espera hasta que pase la tormenta —regla de 30–30: 30 minutos después del último trueno—. Si tienes protectores de sobretensión para línea eléctrica y para coaxial/telefonía, úsalos siempre, pero en tormenta fuerte no hay milagros: el gesto de desenchufar reduce de verdad el riesgo. Un gesto, dos cables, dos minutos.
Errores comunes: apagar el router desde el botón y dejarlo conectado igual. O quitar solo el enchufe y dejar el coaxial o el par telefónico metido en el equipo, que sigue siendo la “puerta trasera”. También esconder el ladrón detrás del mueble, donde el transformador se calienta de más. Y no revisar jamás si la toma a tierra funciona. Seamos honestos: nadie hace esto todos los días. En tormenta, hazlo una vez, bien, y vuelve a tu película.
Piensa en esto como un hábito de lluvia, no como una cruzada contra la tecnología. Un rayo no necesita caer en tu azotea para dejarte sin WiFi y con un susto.
“En una tormenta severa, desenchufar el router vale más que cien regletas. El riesgo no es el corte de luz, es el pico que entra por donde menos lo esperas.” — Jefe de una brigada eléctrica municipal
- Desenchufa alimentación y cable de datos del router/módem/decodificador.
- Espera 30 minutos tras el último trueno para reconectar.
- Instala protectores de sobretensión en tablero y en coaxial/telefonía.
- Revisa la puesta a tierra con un electricista certificado al menos una vez al año.
Lo que te llevas de esta tormenta
Todos hemos vivido ese momento en el que el cielo se parte y la casa parece respirar distinto. Ahí es donde una decisión mínima cambia el día: cortar la ruta al pico que no ves. Desenchufar el router y su ecosistema en tormenta es un gesto humilde que evita incendios, ahorra disgustos con el seguro y te devuelve el control. Hay quien desconecta también tele y PC, y tiene sentido. Aun así, el “sospechoso” de plástico con antenitas es el que más sufre por su doble cable a la calle. No hace falta volverse paranoico. Hace falta una rutina de lluvia. Luz, ruido, dos cables fuera. Y de nuevo calma.
| Punto clave | Detalle | Interés para el lector |
|---|---|---|
| Desconecta el router/módem/ONT | Quita alimentación y cable de datos durante la tormenta | Reduce riesgo de incendio y avería costosa |
| Protección en dos frentes | Uso de protectores en tablero y en coaxial/telefonía | Defensa extra cuando no puedes desenchufar |
| Tiempo y rutina | Regla 30–30 y revisión anual de toma a tierra | Hábito simple que multiplica la seguridad |
FAQ :
- ¿Por qué el router es más vulnerable que la tostadora?Porque está conectado a la red eléctrica y a la de datos, dos caminos para los picos de tensión. La tostadora solo “mira” a la red eléctrica y no suele estar enchufada todo el día.
- ¿Sirve una regleta con protección contra sobretensión?Ayuda, pero no bloquea picos que entren por el coaxial o la línea telefónica. En tormenta intensa, la mejor barrera sigue siendo desenchufar.
- ¿Debo desenchufar la nevera también?No es práctico en episodios breves. Si la zona sufre descargas muy fuertes, un protector de sobretensión en el tablero es mejor opción para la nevera.
- ¿La fibra óptica también trae picos de tensión?La fibra en sí no conduce electricidad, pero la ONT y el alimentador sí están expuestos por la red eléctrica. Desenchufar alimentación en tormenta protege el equipo.
- ¿Cuándo reconecto todo después de la tormenta?Cuando pasen 30 minutos desde el último trueno y el cielo se aclare. Reconecta primero el módem/ONT, espera que sincronice, y luego el router y la TV.
La chispa que te complica la vida no siempre empieza en la cocina. El router, ese aparato silencioso que nos regala WiFi, es también la puerta más fácil para un pico de tensión. Y sí, desenchufarlo cuando truena es menos heroico que quedarse sin series… pero es más inteligente. Soy sincero: no necesitas volverte técnico para hacerlo bien. Dos cables fuera y listo. Si quieres subir de nivel, invierte en protección en el tablero, en protectores para coaxial o teléfono, y pide a un electricista que confirme que la tierra funciona. Tu hogar no necesita miedo: necesita hábitos que funcionan.







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